La artritis en los perros es un padecimiento doloroso.
Al igual que en los seres humanos, los animales sufren de enfermedades degenerativas. En los perros, una de ellas es la artritis y es un padecimiento doloroso. Es común que se presente con el envejecimiento, sin embargo, existen otras causas por lo que no se debe descartar el diagnostico por la edad del paciente.
Como tutor de un perro o cualquier mascota, debemos priorizar su bienestar y garantizar su salud, previendo y evitando su sufrimiento. Vamos a explorar que es la artritis, las causas comunes, los signos que pueden alertar su presencia, como prevenirla y qué tratamientos existen.
Definición de artritis.
La artritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones extremadamente dolorosa. Inicia por una inflamación que va empeorando con el tiempo llegando a degenerar el cartílago (Artrosis). El cartílago en la articulación funciona como una almohadilla, cuando esta se desgasta los huesos rozan entre si causando fuerte dolor.
Causas comunes.
1. Envejecimiento. Por lo general, afecta a los perros mayores, sin embargo, también se presenta en perros jóvenes. El 80% de los perros muestran signos a los 8 años, aunque se ha observado que el otro 20% lo pueden presentar desde el año.
2. Raza. La predisposición genética también influye. Las razas gigantes y grandes presentan mayor tendencia a padecerla, aunque no se excluye a las medianas y pequeñas.
3. Obesidad. El sobrepeso y obesidad también puede desencadenar o empeorar la enfermedad. El peso extra agrega tensión a las articulaciones, lo que puede acelerar el desgaste articular y aumentar la inflamación. Es muy importante como tutor responsable conocer el peso ideal de nuestro perro y mantenerlo en él.
4. Historia clínica previa. Saber que el perro ya padece algún problema articular como displasia de cadera o codo, luxación de rótula, lesiones en ligamentos, alguna lesión traumática o cirugías previas en la articulación, son factores que contribuyen al desarrollo de artritis.
Signos clínicos de artritis.
Es conveniente estar atento a los signos de artritis. Todos ellos están relacionados con el dolor que el perro sufre, aunque a veces son sutiles y podemos no relacionarlos.
- Rigidez. Se mueve o se levanta o acuesta con dificultad.
- Cojera. Cojea de algún miembro o hay molestia al caminar.
- Reducción de la actividad. Se reúsa a correr, saltar, jugar.
- Cambios de comportamiento. Puede volverse irritable por el dolor. Gruñe cuando lo acarician o tocan.
- Dificultad de adoptar la posición para orinar o defecar. Esto en ocasiones conduce a tener “accidentes” en casa.
- Pérdida de masa muscular. Tanto en las extremidades como en la columna.
- Inflamación de las articulaciones. Siente dolor y las articulaciones pueden estar calientes.
Prevención.
No existe forma de prevenir por completo la artritis, sin embargo, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo y aliviar el malestar.
- Control de peso. Como ya se mencionó, el sobrepeso y obesidad exige mayor trabajo a las articulaciones.
- Ejercicio regular. La actividad física mantiene a los músculos y articulaciones fuertes.
- Suplementos. La glucosamina, condroitina, MSM (metilsulfonilmetano), etc. ayudan a mantener la salud de las articulaciones. Tu médico veterinario te puede aconsejar sobre su uso y beneficios.
- Nutrición adecuada. Los alimentos con ingredientes de calidad en muchas ocasiones están suplementados con protectores de las articulaciones. En este aspecto también es útil platicar con tu médico y estar dispuesto a invertir en la nutrición de tu perro. Recuerda que es más económico prevenir que curar… además de evitar el sufrimiento por dolor en tu perro.
El médico veterinario hace un examen físico y radiografías para llegar al diagnóstico.
Tratamiento.
El primer paso es que haya sido diagnosticado el padecimiento por tu médico veterinario. Para ello le harán un examen físico y seguramente un estudio radiográfico. Él tomará medidas para reducir el riesgo y aliviar su malestar.
- Medicamentos. Existen una gran variedad de antinflamatorios y analgésicos que ayudan a controlar el dolor y la inflamación. El médico veterinario es el que tiene conocimiento y capacidad para seleccionar el que conviene administrar a cada tipo de paciente. De igual manera, él también prescribirá los suplementos antes mencionados para reforzar la terapia.
- Fisioterapia. En medicina veterinaria también existen médicos especializados en esta rama. Los ejercicios que practica el paciente le ayudan a mantener la movilidad y reducir el dolor.
- Cirugía. En casos extremos, la cirugía es necesaria para reparar o remplazar las articulaciones dañadas.
Los ejercicios de fisioterapia ayudan a mantener la movilidad y reducir el dolor (Imagen: Pixabay)
Conclusión.
La artritis en los perros es un padecimiento doloroso que afecta su calidad de vida. Si notas que esta mostrando algún signo de la enfermedad, es muy importante lo lleves a consulta. Con la atención médica adecuada que incluya la prevención y el tratamiento apropiado, le garantizas a tu perro el bienestar que merece y que conserve su salud y actividad.